Y se van, como el tiempo, mis recuerdos a tu lado. El mar y su viento me destrozan sin piedad…Aunque no quiero, escucho nuestra risa de aquellos días, hace años, cuando nos creíamos eternos, y veo nuestras peleas que parecían no acabarse nunca. También cuando peleábamos, nos creíamos eternos. Éramos, sin quererlo, un amor perfecto…tú me hacías intensa, yo te hacía más risueño. Éramos todo aquello con lo que hoy sueño, éramos por siempre niños enamorados. Éramos los dos solos, en un mundo tuyo y mío, no cabían otras voces, ni otras manos, ni otros anhelos. Perdidos, uno en el otro, podíamos pasar las horas, sin extrañar siquiera el aire de afuera. Las olas cantaban solamente para nosotros y en el cielo brillaban los astros tan solo para que no nos perdiéramos. Construimos mil caminos tomados de la mano, reinventamos cada parte de la vida que tuvimos antes de encontrarnos.Eras como el mar en enero, y yo era como las rocas. Tú, insistente, con tu roce me formabas, traspasabas mi rudos bordes suavizándome. Yo, resistente, observándote me dejaba…incapaz de detenerte y de querer que pararas. Todo en mi son tus huellas.
Qué insignificantes son sin ti los días, sin tu voz, sin tu presencia…en este mundo tan gigante. Me lleva, sin quererlo, la corriente de las horas, y esos días se me alejan porque tú te has alejado. Pegada en el tiempo, pegada a tu recuerdo, a esa vida que fue nuestra, no me animo a dar ni un paso. Las olas todavía cantan, pero ya no brillan tanto los astros. Se han quedado tristes al ver que nos perdimos. Cada huella que pisamos se ha borrado…cómo es posible que mi amor aún siga intacto. Al igual que las rocas, no puedo moverme, y tú como el mar, me sigues golpeando. Es invierno ahora, y el mar tiene tu rabia, y se desquita furioso destrozándome a su paso. Él avanza, como tú, con tu vida…las rocas y yo nos quedamos, sólo observando, totalmente incapaces. Mirando como gira la tierra, mirando como te vas. Oyendo su murmullo sordo, escuchando tu distancia y tu rencor.
Te he amado con tanta fuerza, con toda la que he tenido, te he extrañado con la pena más inmensa que puede existir. Yo te amé y tú no me amaste…aunque pensabas que sí. Y se acabó porque no me amabas, y porque no me amabas me olvidaste. Te dejé porque no me amabas, y porque no me amas, no puedes perdonarme. Y por eso, tú sonríes. Y por eso me lastimas, y porque te amo es que no sé cómo seguir…sola en este mundo…de verdad, preferiría morir.

C.
02 Mayo 2009

0 comments:

Post a Comment